Descubriendo la Ciudad de México en viaje de trabajo ¡Negocio exitoso!
Este artículo forma parte de una serie en la cual invité a escritores a participar en mi blog: Friendly Touring.
La última vez que estuve en la Ciudad de México, fue para visitar a unos primos que hacía tiempo no veía. En esa ocasión, me llevaron a lugares maravillosos: museos, teatros, restaurantes y hasta un concierto en el Auditorio Nacional. Fueron de mis mejores vacaciones familiares fuera de la tranquilidad de mi pueblo, en Cuauhtémoc, Chihuahua.
Al vivir en la frontera norte de México, había tenido la oportunidad de viajar a varias ciudades de Estados Unidos, pero ninguna como la capital de México, en especial el Centro Histórico, un sitio para disfrutar no sólo de las numerosas historias que encierran sus edificios de la época colonial, sino el bullicio que mezcla los sonidos de automóviles, con los del organillero, los vendedores y los murmullos de la gente, que está habituada a caminar por sus calles.
Ahora, se presentaba otra oportunidad para viajar a la “Ciudad de los Palacios”, aunque con otros motivos. La empresa para la que trabajo me envió para asistir a una junta y cerrar un contrato muy importante. Estaba acostumbrada a cerrar contratos en Estados Unidos, pero no en México, y muchos menos en una ciudad que sólo la había disfrutado en vacaciones.
Fue así como hablé con mis primos para que me recomendaran un buen restaurante para cenar como parte de la estrategia del cierre de la venta ya que invitaría a mi cliente al final del día. Claro que en la Ciudad de México hay restaurantes para todos los gustos, pero al no ser de la ciudad pedí recomendaciones de conocidos y de mi propia exploración por internet.
Mi búsqueda se concentró en el Centro Histórico, y como si estuviera esperando a que lo encontrara, apareció una fotografía desde lo que parecía una terraza, con vista a la Plaza de la Constitución, a la Catedral y al Palacio Nacional. Era el Balcon del Zócalo un restaurante con una vista hermosa, una carta de buen nivel y con una buena selección de licores y vinos. Hice la reservación sin dudarlo.
El día llegó y viajé temprano desde Atlanta a la Ciudad de México. Vi al cliente que resultó ser una portorriqueña joven y muy agradable. Hice mi presentación en unas oficinas de Coworking cercanas al Centro Histórico, y por fortuna Adriana aceptó mi invitación a cenar.
Cuando llegamos al Balcón del Zócalo, Adriana quedó impresionada, para empezar con la vista desde arriba de la plaza principal, Palacio Nacional, la Catedral metropolitana en las luces de la noche que caía. El Balcón del Zócalo está en la terraza del Hotel Zócalo Central, en la calle 5 de mayo # 65.
Nos dieron mesa y de principio a fin la atención fue estupenda; de la carta que nos dieron había una deliciosa selección de comida, elegimos el menú de degustación de 5 tiempos y fuimos descubriendo diferentes sabores y texturas de platos exquisitos con todo el toque mexicano acompañados con bebidas y vinos mexicanos.
Lo mejor de la noche fue cuando nos invitaron a pasar a conocer la cocina del chef, en donde presenciamos la precisión y el cuidado con que preparan los platillos; fue toda una experiencia.
El detalle de la cena en ese lugar incomparable, entre el bullicio de una gran ciudad, apoyaron mi cierre de ventas. Adriana me pidió llevar el contrato para firmarlo al día siguiente. En mi empresa, me felicitaron y yo a su vez, felicité a la extraordinaria Ciudad de México, a la cual pienso volver cada vez que pueda.
Si quieres saber más te invito a ver estos videos:
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